jueves, 9 de octubre de 2014

Un poco de miedo...

¡Pues sí! Me he levantado como el día, nublada, y no paro de pensar en historias de fantasmas. Al mirar por la ventana me he acordado del Spreepark de Berlín, que visitamos hace ya unos añitos, y no he podido resistirme a buscar algunas fotos por Internet. 


El Spreepark fue en su día un parque de atracciones que cerró casi definitivamente en 2001. Aunque se ha abierto al público, por zonas, en algunas ocasiones, sigue estando en su mayoría abandonado, y por eso se ha convertido en un poderoso atractivo para los turistas (y no tan turistas...). 


Cuando lo vimos hacía un día como hoy, típico de Berlín, prácticamente negro, y todavía recuerdo el impactante silencio y la quietud de un lugar ideado para ser atosigado con gritos, risas y carreras para evitar colas. 



No sé qué tienen los sitios abandonados, pero me encantan. Hay por aquí cerca un cementerio del XIX, que casualmente espera visita. ¿Os apuntáis?




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